viernes, 8 de agosto de 2014

El liquen : la simbiosis perfecta


Si hay un ejemplo de sociedad bien avenida, ésta es la que forman un hongo y un alga para formar el liquen.
Esta simbiosis permite a dichos organismos colonizar ecosistemas extremos en los que el desarrollo de estas formas de vida por separado, sin integrarse en dicha unión, sería poco menos que imposible. 
 En una simple roca sin ningún tipo de sustancia alimenticia pueden arraigar y desarrollarse. El hongo produce ácidos que disuelven la superficie de la roca, liberándose minerales que el alga transforma en alimento para ambos.
Viven en medios en los que no lo podría hacer ningún otro tipo de organismo, en ecosistemas con una gran escasez de nutrientes. En zonas de la Antártida donde nada puede subsistir podemos encontrar grandes superficies de líquenes. También los podemos hallar en regiones desérticas.
 El hongo se llama micobionte y el alga ficobionte. El hongo protege de la desecación, obteniendo agua y minerales del medio donde viven,  mientras el alga, mediante la fotosíntesis, proporciona materia orgánica para el hongo. 

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