domingo, 25 de octubre de 2015

Concierto para piano y orquesta nº 4 de Beethoven.


  
BEETHOVEN.
Concierto para piano y orquesta nº 4 

Una buena manera de comenzar el domingo. Después de lo que cada cual realice antes de alzarse del lecho, en concordancia con las opciones vitales elegidas libremente (celibato militante o desaforada coyunda carnal) propongo un café con leche bien cargado, tostada de aceite virgen extra y el Concierto nº 4 para piano y orquesta de Beethoven. 
En concreto recomiendo encarecidamentre la versión de la Orquesta Filarmónica de Viena junto con el  extraterrestre de Daniel Barenboim, que dirige a la mencionada agrupación musical y toca el piano simultáneamente con la misma facilidad con que yo me tomo el aromático y despertador café.
El paso de las tonalidades mayores a las tonalidades menores te deja ciertamente touché. Este concierto tiene además una cierta peculiaridad. El genio de Bon, siempre rompiendo moldes, se salta aquí alguna preceptiva y comienza el primer movimiento con la intervención individual del piano sin la orquesta, cuando lo usual hasta entonces era que la aparición del instrumento solista viniera después de un preámbulo orquestal.
En su día no despertó críticas entusiastas el estreno de esta obra. Pero el tiempo ha hecho justicia y ahora no podemos poner en duda que estamos ante uno de los mayores monumentos musicales de la Historia.
Buenos días.
 (El Concierto para piano y orquesta nº 4 en Sol mayor, Opus 58 de Ludwig van Beethoven fue compuesto entre 1805 y 1806).  

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