miércoles, 17 de enero de 2018

Historia y Política


 Con mucha frecuencia se utiliza la Historia como argumento para defender determinadas posturas políticas y la reivindicación de legítimos derechos históricos. Que si un territorio concreto ha gozado en el pasado de independencia o no... Que si se erigió en reino, o en condado o señorío... Que si era vasallo de un tercero...Todas estas descripciones son usadas como pruebas con diferentes intencionalidades políticas , ya sea en pro del centralismo o del nacionalismo o del independentismo, etc, etc. Pero yo creo que a todas esas discusiones habría que añadirles un breve comentario:
Estamos describiendo la situación de unas épocas en que no existía el concepto de ciudadanía ni de nación. En que la mayoría de los habitantes de esos pueblos carecían de los mínimos derechos. No pertenecían a una patria sino que eran súbditos o vasallos, que eran propiedad de unos señores que los utilizaban para hacer sus guerras y para asegurarse la producción de los bienes imprescindibles para la subsistencia. Todas estas disquisiciones históricas no sirven ni para arrimar el ascua a la sardina de tal o cual intencionalidad política nacionalista o centralista. Estamos hablando de pueblos formados por inmensas mayorías de seres explotados cuya pertenencia a tal o cual reino o condado o ducado estaba al albur de lo que organizaran entre sí las minoritarias élites explotadoras dominantes del momento a base de matrimonios estratégicos o guerras. Fuera cual fuera, no entro en ello, la , por lo visto, farragosa situación política y administrativa de esos tiempos no se puede hacer ninguna proyección ni extrapolar nada que sirva como argumento político para resolver problemas actuales. Ahora, se supone, ya se puede hablar de ciudadanos con derechos y con capacidad para decidir libremente su destino, sea éste cual sea, siempre de manera pacífica y democrática

1 comentario:

  1. A mí en el colegio me enseñaron cuáles habían sido las invasiones que Iberia había sufrido y reproduzco a continuación. Bueno, los íberos le dieron nombre. Pero empiezo por ellos. Iberos, celtas y de esa mezcla los celtíberos que habitaron la península.fenicios, cartagineses, uromanos, visigodos, musulmanes. Eso sin olvidar a los judios que entraron en la península ibérica después de su diáspora,en el año 70 de la era Cristiana, precisamente a través de Francia , en su mayoría en Cataluña donde se asentaron. Fuera de unas pocas lápidas sepulcrales y algunas joyas, no quedan testimonios materiales de su cultura, pero existe una rica historia que merece ser contada y reconstruida. El Call (barrio judío) de Barcelona alcanzó los 4.000 habitantes, representando el 15 por ciento del total de la población de la ciudad.
    Si nos ponemos a analizar...

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